¿Te imaginas un DISPOSITIVO que te permita LOCALIZAR a tus HIJOS en CUALQUIER MOMENTO, HABLAR con ellos cuando lo NECESITES y retrase la edad para tener un MÓVIL?
Antes de nada, una cosa que debes saber de mí es que no soy CEO de ninguna empresa (término que se puso de moda). Tampoco soy FEO (me considero normal, del montón vamos 😀 ). No voy a crear una StartUp, no importo relojes desde China, no me paga ninguna empresa de relojes por recomendar algún modelo en concreto. Simplemente soy un padre de 2 maravillosas niñas (bastante activas, por qué no decirlo) y hace unos 5 años descubrí estos increíbles dispositivos, desde entonces no he parado de probar diferentes modelos, configuraciones y programas.
Tengo el convencimiento de haber encontrado el mejor modelo calidad precio con la mejor tarifa y configuración posible, y es lo que vengo a decirte.
Hay una muy buena razón para que tus hij@s utilicen este tipo de relojes, y no tiene nada que ver con que puedas comunicarte con ellos fácilmente y en cualquier momento, que por supuesto, ni que retrase la necesidad de comprarles un móvil, que también… Hay algo que, como padres, me parece realmente importante, pero antes de comentarte que es, deja que te cuente unas vivencias que he tenido en primera persona, que son más suaves de lo que a veces nos enseñan en las noticias de la TV, pero no quiero entrar en eso.
Hace mucho tiempo, cuando tenía 13 años fui con un grupo de familiares y amigos de Romería, ya sabes… una Virgen, muchos caballos, miles de personas y mucho, mucho alcohol.
En el grupo venía el pequeño de la familia, mi primo, que tenía 3 años.
¿Sabéis qué ocurrió? Pues que llegado un momento, mi tío pensó que mi primo estaba con mi tía, y mi tía pensó que estaba con mi tío… lo que vino después, os lo podéis imaginar… es curioso como puedes pasar tan rápido de un estado de felicidad y bienestar a uno de angustia, miedo y arrepentimiento.
La situación era la siguiente, mi primo desaparecido en un campo abierto con un río cerca, caballos, mucha gente y gran parte ebria… entonces empezaron los gritos, llantos, culpas, lamentaciones, nervios y casi desmayos.
Toda la familia empezamos a buscarlo “como pollos sin cabeza” gritando su nombre lo más alto que podíamos, pero con tantos coches con puertas y maletero abierto a tope de decibelios, esos gritos se quedaban en susurros.
Era una situación de lo más desesperante, piénsalo, se me ponen los pelos de punta al recordarlo, sobre todo porque ahora soy padre.
No sé el tiempo que pasó, pero se nos hizo eterno. Quizás pasaron 20 ó 30 minutos cuando alguien de la familia vio a una mujer que tenía en brazos a un niño llorando, y sí, era mi primo.
Después llegaron los llantos, gritos, emociones enfrentadas y abrazos, pero ya se terminó la Romería para toda la familia, por suerte, con final feliz.
La historia que te acabo de contar ocurrió hace mucho tiempo, no existía la tecnología para evitar lo que pasó, pero ahora sí, es fácil de usar, prácticamente esta al alcance de todo el mundo.
Quiero que la conozcas y decidas si es para ti o no.
Sigamos con otra breve historia, bueno, más que historias, son vivencias, esta ocurrió en la pasada cabalgata de reyes magos.
Estaba con mis hijas, una la tenía a hombros, cual torero después de una gran faena, y la otra de la mano de mi mujer.
Siempre intentamos tomar medidas para que no se nos “despisten” por no decir que salgan corriendo… y más si cabe, después de la trágica noticia acontecida en la cabalgata de Mérida donde falleció un niño hace unos años. Horrible…
Pues bien, nada más pasar la primera carroza de la cabalgata, en la acera de en frente vemos a una mujer con lo que parecía un ataque de ansiedad, y estaba gritando “¡Lucas!, ¡Lucas! ¡¿dónde estás Lucas?!” que igual que en la Romería, con tanto ruido, solo lo oíamos los que estábamos muy cerca. Iba acompañada de 2 policías locales… buf, otra vez los pelos de punta al ponerme en su situación.
Al poco rato, interminable para ella, creo que fue un policía el que llegó con Lucas en brazos y se lo dió, de nuevo, otro final feliz, por suerte.
Esta historia si es reciente, y se podría haber evitado, si no la perdida del niño, el tiempo que duró, un localizador nos hubiera ayudado, y a lo peor, el niño nos podría haber llamado o nosotros a él.
cuando puse esta tecnología en mi vida y porqué...
Mira, cuando mi hija mayor tenía 2 años, estábamos en una heladería sentados en el interior, se acercaba a la puerta, quería salir a toda costa.
Siempre ha sido muy inquieta y pensábamos que si salía fuera, no iría más allá de unos pocos metros, se pararía y volvería al interior.
Entonces, les dije a los que estaban en la mesa con nosotros: “Voy a hacer un experimento, voy a dejarla libre y ver hasta donde llega…”
Bien, la dejamos, abrió la puerta, salió y se puso a andar. Yo salí detrás y me escondí detrás de una fila de coches aparcados en hilera, mientras andaba cerca de ella pero sin que me viera.
Cada vez mi hija se iba alejando más y más, y yo pensé “¡madre mía!, si se sale y no nos damos cuenta ¡se pierde seguro! ¿Hasta dónde llegaría? Manda cojo…”
Después de andar unos 100 metros, sola, llegó a un paso de cebra, y justo ahí había un grupo de niños de unos 10 años jugando a la pelota…
Nunca olvidarle la frase que uno de ellos, acercándose a mi hija y agachándose le dijo: “Hola pequeña, ¿dónde vas tan sola? ¿Te has perdido?” Mi hija a penas si hablaba, entonces fue cuando salí de detrás de los coches y le dije que no se preocuparan que yo era su padre haciendo un experimento… a saber si el niño no llamó a la policía, contando que había un padre medio loco…
Como os he contado, eso fue un punto de inflexión. Ahí me di cuenta de la inconsciencia de l@s niñ@s o al menos de la de mi hija.
Pero la gota que colmó el vaso fue, cuando estando en un bar (elegido a conciencia como siempre, alejado del tráfico, con posibilidad de que los niños/as jueguen sin peligros y no entorpezcan demasiado a los camareros… de esos que superan el checklist de los padres).
Ahí estábamos tomando una cerveza, un ojo en mi hija y otro en la conversación… (como Sra. Crawley, la iguana de la película Canta, por cierto peliculón) creo que reconoceréis este estado de la evolución al que hemos llegado los padres.
Llegado un momento de la comida, tras la barbaridad de 30 segundos sin mirar a mi hija, muevo la cabeza y no la veo, y empiezo a chillar en la mesa: “¡Claraaaa, Claraaaaa, que no veo a Claraaa!” mi familia se queda en silencio, parados, con cara de sorprendidos. Yo no entendía nada, y repito: “¡Qué no veo a Clara, que no está!” y ellos siguen igual de petrificados, tranquilos, pero me miraban como si estuviera loco… de repente, mi mujer me dice tranquilamente: “Clara está sentada encima tuya”.
Podéis imaginaros la cara de tonto que se me quedó, con las risas posteriores claro.
Esto es lo que marcó un antes y un después, me hizo buscar algún dispositivo con la tecnología suficiente para ganar tranquilidad, y estaba seguro de que existía.
Este dispositivo no evita que tengas que vigilar a tus hij@s, son niñ@s y no te vas a desentender (todo depende de la edad), pero ya no tienes que estar de manera obsesiva mirándolos sin parar, saber que los puedes localizar fácilmente o que incluso los puedes llamar (ell@s a nosotros también, con un simple botón).
De verdad, fue un cambio increíble.
Os acabo de contar 3 breves historias, que he vivido en primera persona, con mis hijas pequeñas, pero quiero contarte algunas situaciones en las que familiares o amigos con hijos más mayores usan su dispositivo, y el cambio maravilloso que supuso en su día a día.
Noelia es la prima de mi mujer, es de Córdoba. Le enseñamos el reloj de nuestras hijas en una casa rural donde nos juntamos unos 30 familiares. Había 5 casas y muchas zonas comunes, todo vallado y sin peligro, ya que la piscina estaba también cerrada y protegida.
Allí se juntaron un grupete de 8 niños/as y mi hija era la menor con casi 4 años. La dejábamos bastante libre y que jugara con los demás niños/as, ya que en todo momento sabíamos donde estaba y sobre todo, nos comunicábamos de vez en cuando.
Cuando le explicamos a Noelia lo del reloj y sus funcionalidades, en menos de una semana ya tenía el suyo. Ella le dio todavía más uso que nosotros. Su hija mayor tenía 9 años, iba al colegio y a multitud de actividades extraescolares por la tarde, como la mayoría de los niños/as de hoy en día.
Dichas actividades están muy cercanas entre sí, pero Noelia iba por las tardes con su hijo pequeño, a acompañar a su hija a hacer el cambio de actividades.
Desde que tenía el reloj, su hija la llamaba y le decía que estaba cambiando de clase, que no se preocupara. A parte, Noelia con el localizador veía dónde estaba su hija.
Algunos días la llamaba comentándole que un profesor no había venido y que iba a salir antes, y quedaban para que la recogiera. A veces Noelia se retrasaba por algún motivo para recogerla de sus clases de natación y la avisaba con un audio mensaje (como los de WhatsApp, pero no es WhatsApp), que su hija podía leer al coger el reloj del vestuario.
¿Os dais cuenta de la comodidad, seguridad y libertad que esto aporta? A Noelia y su familia les cambio la vida en ese aspecto. Y lo mejor aún, sin que los niños/as usen un móvil, con todo lo negativo que implica usarlo desde tan pequeños.
Localización
GPS, WIFI y LBS, casi siempre podrás tener localizados a tus hijos en caso de necesidad
Comunicación
Podemos llamar al reloj y ellos nos pueden llamar. El reloj dispone de agenda, solo puede recibir llamadas de números de su agenda.
Botón S.O.S.
Pulsando un botón 2 segundos llamará al número especificado.
La función estrella de estos relojes.
Mensajes
Mensajes escritos para comunicarse como si fuera whatsapp.
Audio mensajes
Mensajes en formato audio como si fuera whatsapp.
Perímetro de seguridad
Se puede establecer una zona de seguridad de un radio determinado. Si el niño sale de ella, nos llega una notificación al móvil.
Recompensas
Sistema de recompensas, utilizado en algunas familias para premiar comportamientos.
Podometro
Cuenta los pasos diarios de los peques, ¡andar es muy bueno!
Cámaras y juegos
Dependiendo del modelo, puede llevar cámara, linterna, juegos...
¿POR QUÉ compraR un reloj gps para niños/as?
- Localiza a tu hij@ en cualquier momento.
- Comunícate con tu hijo cuando lo necesites.
- Retrasa la edad para tener que comprar un móvil, ya que hace lo mismo pero sin los peligros de internet y redes sociales, las cuales están prohibidas a menores de 15 años.
- Es un dispositivo fácil de usar para los niños/as entre 3 y 12/14 años, y además les gusta muchísimo, no le va a costar nada aprender el funcionamiento.
- Al llevarlo en la muñeca es más difícil perderlo que un móvil.
¿Has visto la guía que he preparado?
Mi recomendación es que no te vayas sin verla:
Si la has visto y no te interesa...
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que sin ser el mejor, tienen un aprobado...
Hay relojes en el mercado desde 20 euros, pero… ni a mi peor enemigo.
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